NOMBRE
BICARBONATO DE SODIO SELLA 500 MG COMPRIMIDAS
CATEGORÍA FARMACOTÉUTICA
Antiácidos.
PRINCIPIOS ACTIVOS
Bicarbonato de sodio.
EXCIPIENTES
Aceite vegetal hidrogenado, polivinilpirrolidona, crospovidona.
INDICACIONES
Tratamiento a corto plazo de la hiperacidez gástrica.
CONTRAINDICACIONES/EFECTOS SECUNDARIOS
Hipersensibilidad al principio activo o a alguno de los excipientes; insuficiencia renal grave; alcalosis respiratoria; hipocalcemia, por un mayor riesgo de tetania; hipocloremia inducida por diuréticos, pérdida excesiva de cloro, por vómitos o succión gastrointestinal continua, por mayor riesgo de alcalosis metabólica; niños menores de 12 años; generalmente contraindicado durante el embarazo.
DOSIS
Adultos: La dosis habitual en adultos varía entre 500 mg y 5 g al día. Adolescentes (12-18 años): 1-2 comprimidos después de las comidas y antes de acostarse. El medicamento no está indicado para niños menores de 12 años.
ALMACENAMIENTO
Conservar en el embalaje original, bien cerrado para proteger el medicamento de la humedad, ya que el bicarbonato de sodio se descompone lentamente en presencia de humedad.
ADVERTENCIAS
Se requiere especial precaución al administrar bicarbonato de sodio en caso de: antecedentes de insuficiencia cardíaca congestiva; insuficiencia renal; hipertensión; cirrosis hepática; uso concomitante de corticosteroides. Los comprimidos contienen sodio, por lo que se debe tener esto en cuenta en los casos en los que se recomienda una dieta especialmente baja en sal, por ejemplo en algunos casos de insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia renal o hipertensión. El bicarbonato de sodio debe usarse con precaución en casos de anuria u oliguria, debido al mayor riesgo de retención de sodio. Además, se debe tener precaución en condiciones edematosas con retención de sodio, como cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca congestiva, insuficiencia renal, toxemia o embarazo. En pacientes con niveles muy bajos de ácido gástrico es posible que la eficacia del bicarbonato de sodio sobre el ácido del estómago sea menor. Además, en estos sujetos existe la posibilidad de un aumento de su absorción en el plasma con la posibilidad de efectos sistémicos no deseados. En pacientes con depleción de potasio, la administración de bicarbonato de sodio debe realizarse con precaución y deben controlarse repetidamente los parámetros cardíacos y electrolíticos. En pacientes con inflamación gástrica y del intestino delgado o insuficiencia renal, el bicarbonato de sodio aumenta el riesgo de niveles excesivos de sodio en la sangre. El bicarbonato de sodio puede provocar cambios en el pH del estómago y de la orina, alterando así los procesos de absorción y eliminación de muchos fármacos. Es recomendable dejar pasar al menos 2 horas entre la toma de bicarbonato de sodio y otros medicamentos.
INTERACCIONES
El bicarbonato de sodio, cuando se administra por vía oral en las dosis recomendadas, se absorbe sólo en pequeñas cantidades con efectos sistémicos mínimos. Sin embargo, a continuación se enumeran las posibles interacciones debidas a la presencia del fármaco en circulación. El bicarbonato de sodio, al aumentar el pH del estómago, puede provocar una reducción en la absorción de fármacos ácidos, con la consiguiente disminución de su efecto. Esta interacción se ha encontrado, por ejemplo, para: itraconazol, ketoconazol, atazanavir, cefpodoxima proxetilo, dasatinib y hierro. Con el mismo mecanismo, el bicarbonato de sodio puede provocar un aumento de la absorción de fármacos básicos con el consiguiente aumento de su toxicidad. El bicarbonato de sodio, al alcalinizar la orina, puede disminuir la eliminación de fármacos básicos aumentando su duración de acción y toxicidad. Esta interacción se ha encontrado, por ejemplo, para: quinidina, anfetaminas, efedrina, pseudoefedrina, memantina, flecainida y mecamilamina. Con el mismo mecanismo, el bicarbonato de sodio puede provocar una mayor eliminación de algunos fármacos, con la consiguiente disminución de su efecto. Esta interacción se ha encontrado, por ejemplo, para: aspirina, clorpropamida, metenamina de litio y tetraciclinas (especialmente doxiciclina). Si se utiliza bicarbonato de sodio junto con diuréticos que promueven la excreción de potasio, como bumetamida, ácido etacrínico, furosemida y tiazidas, puede producirse alcalosis hipoclorémica. Dado que el bicarbonato de sodio puede provocar retención de sodio, el uso concomitante con otros fármacos que provocan un aumento del sodio en el organismo, como los corticosteroides, puede agravar este efecto.
EFECTOS SECUNDARIOS
A continuación se detallan los efectos secundarios del bicarbonato de sodio administrado por vía oral, organizados según la clasificación orgánica del sistema MedDRA. No hay datos suficientes disponibles para establecer la frecuencia de los efectos individuales enumerados. Trastornos del sistema inmunológico: manifestaciones alérgicas como urticaria y broncoespasmo, reacciones anafilácticas o anafilactoides. Trastornos gastrointestinales: calambres estomacales, flatulencias, vómitos y lesiones gástricas. Trastornos vasculares: retención de líquidos (edema), especialmente en pacientes de edad avanzada y en presencia de insuficiencia cardíaca o renal. El bicarbonato de sodio, cuando se administra por vía oral en las dosis recomendadas, se absorbe sólo en pequeñas cantidades con efectos sistémicos mínimos. Sin embargo, las reacciones adversas debidas a un efecto sistémico del fármaco se enumeran a continuación. Trastornos del metabolismo y de la nutrición: alcalosis metabólica, especialmente en pacientes con insuficiencia renal; Los síntomas incluyen dificultad para respirar (debido a la hiperventilación compensatoria, que puede durar hasta 48 horas), debilidad muscular asociada con el agotamiento de potasio, hipertonicidad muscular, espasmos musculares y tetania que puede ocurrir especialmente en pacientes hipocalcémicos. Hipernatremia. Hiperosmolaridad, con aumento del volumen de líquido y edema pulmonar. Trastornos cardíacos: disminución del gasto cardíaco. Trastornos vasculares: hipotensión. Edema cerebral. Hemorragia intracraneal. Trastornos respiratorios, torácicos y mediastínicos: hipercapnia.
EMBARAZO Y LACTANCIA
Para el bicarbonato de sodio no hay datos clínicos disponibles sobre embarazos expuestos. Los estudios en animales no indican efectos nocivos directos o indirectos con respecto al embarazo, el desarrollo embrionario/fetal, el parto o el desarrollo posnatal. Es necesario tener precaución al prescribir el medicamento a mujeres embarazadas. Además, hay que tener en cuenta que el sodio contenido en el medicamento puede empeorar las condiciones edematosas durante el embarazo. Por lo tanto, para el tratamiento del ácido del estómago, se recomienda utilizar medicamentos alternativos que no contengan sodio. El uso de bicarbonato de sodio se considera compatible con la lactancia.